Bajo la marca experimental Geo de GM, el Tracker fue un modelo compacto y asequible que presagiaba el futuro de los SUV pequeños. Su diseño ligero y las opciones de tracción total lo hacían perfecto para quienes querían un vehículo capaz de manejar terrenos difíciles sin la pesada estructura de los grandes SUV. Aunque no tuvo el respaldo publicitario que otros modelos más conocidos, su éxito entre los conductores que buscaban algo pequeño y práctico para el campo y la ciudad fue rotundo. Contribuyó al auge de los SUV compactos con sus opciones de tracción total asequibles.
El Subaru Brat fue una mezcla de crossover y camioneta, lo que lo convertía en un modelo inusual para su época. Con un diseño que incluía una pequeña caja de carga y asientos adicionales en la parte trasera, el Brat se posicionaba como un vehículo peculiar. Si bien no encajaba claramente en ninguna categoría, su diseño rompió con las convenciones de los SUV tradicionales y ofreció una opción diferente. Una mezcla excéntrica de SUV y camioneta, anticipando las opciones más versátiles que surgirían en los años siguientes.
El Honda CR-V se lanzó poco después del RAV4 y, aunque no recibió la misma atención en su momento, fue igualmente innovador. A menudo se pasaba por alto en favor del RAV4, pero el CR-V perfeccionó la fórmula del crossover al ofrecer un vehículo económico, espacioso y de fácil manejo. Sus primeras versiones incluían detalles únicos, como mesas plegables en el maletero, lo que lo hacía ideal para las familias urbanas. Honda supo combinar eficiencia de combustible con practicidad, lo que lo hizo ideal para la vida diaria.
Lanzado como el “Recreational Active Vehicle with 4-wheel drive”, el Toyota RAV4 fue un modelo que muchos no supieron cómo clasificar en su época. Estaba más cerca de un coche que de un SUV tradicional, pero su tracción total y su estilo compacto lo hicieron destacarse. En ese entonces, los vehículos todoterreno eran grandes y robustos, y el RAV4 se percibió como un modelo “tierno” que no encajaba en ninguna categoría. Sin embargo, con el tiempo, este modelo se convirtió en el arquetipo de los crossovers modernos. El RAV4 fue el precursor de los vehículos compactos con tracción total.
El AMC Eagle Wagon fue uno de los primeros vehículos en ofrecer tracción total sin ser un SUV tradicional. En una época donde los SUV eran grandes y cuadrados, el Eagle se presentó como una combinación de coche de pasajeros y 4×4. Su diseño, que incluía la estética de un sedán, confundió a muchos, pero en realidad estaba anticipando lo que serían los crossovers. Con una comodidad comparable a la de un coche y un sistema AWD que le permitía moverse por terrenos complicados, el Eagle demostró que las fronteras entre coches y SUV podían desdibujarse. Una de las primeras aproximaciones a lo que hoy conocemos como crossover.
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