Un artículo publicado en el periódico
digital The Guardian, nos muestra una curiosa noticia mediante la cual la Oficina Federal de Investigación advierte sobre una cuestión que se debe tener en cuenta sobre los
vehículos autónomos. Al parecer
el F.B.I considera un problema los coches autónomos de Google, declarando que este tipo de vehículos podrían ser utilizados como armas letales y además podrían revolucionar las persecuciones de los coches de alta velocidad en unos años.
El F.B.I predice que estos vehículos tendrán un alto impacto y provocarán cambios significativos en el modo de proceder de las fuerzas del orden y en los criminales. Esta noticia sale a la luz justo en pleno auge de estos modelos, por lo que el F.B.I, piensa que tanto Google como cualquier compañía embarcada en el diseño y fabricación de coches autónomos debería trabajar en sistemas de seguridad que evitaran el mal uso que les podrían dar los criminales.
De momento Google tienen previsto comenzar a trabajar sobre sus conocidos prototipos autónomos, a finales de verano y aún no tienen como finalidad la comercialización, pero sí la captación de socios que quieran implicarse en el proyecto. Si tenemos en cuenta que es posible que en un plazo de 5 a 7 años el Congreso de Estados Unidos podría aprobar la circulación de los coches autónomos en las carreteras estadounidenses, el F.B.I tendrá que ir pensando en equipar los autos patrulla de la policía, con un sistema que anule la autonomía del coche y lo inmovilice, también podrán integrar algún mecanismo de seguridad que impida a los maleantes utilizarlo con fines que no sean los habituales.
Yo de momento, prefiero ver este tipo de autos como una gran solución para reducir los accidentes de tráfico, ya que a ellos no les afectará el cansancio ni las inclemencias medioambientales u otras cuestiones que sí afectan a los humanos, logrando una movilidad más eficiente.